Con este
nombre se identifica en nuestro dialecto una sub especie de venado que era muy
común en nuestros montes y era una pieza frecuente y valiosa en las cacerías domesticas
que se hacían, por ser un animal ágil y escurridizo, sobre todo en la zona
colindante con Trujillo en la Costa Oriental y La Cañada, región donde pasó a
convertirse preparado en coco en uno de sus platos tradicionales. Es un animal
pequeño que no sobrepasa los 30 kilos de peso, de color pardo rojizo, con una
cornamenta puntiaguda sin ramificaciones. Desde 1979 pasó a ser una especie
protegida por encontrarse en peligro de extinción. En otras regiones también le
llaman locho o candelillo. “Mi abuelo se iba de caza y siempre traía algún
matacán y lo preparaba en coco”
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