Durante más
de tres décadas estos trasbordadores conectaron la ciudad de Maracaibo con el resto
del país, siendo piezas fundamentales en el desarrollo regional. La compañía translacustre
propiedad de Manuel Belloso y Carlos Julio Dempaire es la que administró estos
los cuales iniciaron operaciones en 1939 siendo el primero en arribar al muelle
de la ciega el “Coquibacoa” quien había salido desde el muelle municipal de Cabimas,
posteriormente se sumaría a este el “Catatumbo” y en 1940 se abriría el muelle
de Palmarejo, propiedad de la misma empresa y se irían sumando con los años
otras embarcaciones, que curiosamente en honor a la señora Doña Cruz Nava de
Belloso, todas empezarían sus nombre por la letra C, siendo algunos de ellos
Cabimas, Cacique, Caracas, Cordillera, Colón, Caroní, Ceuta, Cumarebo, Coro, Carabobo,
Cardón, etc. El pasaje comenzó siendo de un bolívar para quienes iban a pie y 5
bs con carro. Las salidas comenzaban desde las 5 am y terminaban a las 8 de la
noche. El trayecto se hacía en menos de una hora y en el interior del
transporte se ofrecían pastelitos, comida rápida y bebidas. Era una experiencia interesante que quedó
grabada en las mentes de quienes la hicieron y de quienes los despedían desde
la Ciega o Palmarejo ya que la bandada de buchones se las ingeniaba para tomar
los desperdicios. También fue un medio de supervivencia para comerciantes
formales e informales que laboraban en ambos puertos de atraque y alrededores. Tres
días después de la inauguración del Puente sobre el lago, el 27 de agosto de
1962 el “Caracas”hizo el último recorrido al mando del capitán Orangel
Urdaneta. Algunos regresarían dos años después cuando el tanquero Esso Maracibo
derribó el puente y prestarían servicio hasta repararse y reabrirse este entre
los meses de abril y octubre. El imaginario popular, los artistas y gaiteros
los han perpetuado a través de composiciones y obras.
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