Esta
palabra también se escucha en otras regiones con la misma connotación la cual
es sinónimo de acertar o lograr algún objetivo en el cual muchas veces está
presente la suerte, aunque también se usa como contrasentido en cuyo caso
significa contrariedad ante una situación imprevista. Tiene su génesis en el
argot hípico y en el famoso y autóctono juego llamado 5 y 6, donde acertar ese número
de caballos ganadores genera el pago del dinero asignado para lo mismo. “Pegué
seis, conseguí trabajo en PDVSA” “Ahora si pegué seis, la suegra se mudará con
nosotros un tiempo”
viernes, 29 de mayo de 2015
Retragao
Esta
palabra ya es de poco uso en nuestro dialecto pero era muy común hasta hace
algunos años, sobre todo por jóvenes y niños en los juegos o deportes. La
misma no tiene nada que ver con enamorado que es la connotación que se le da en
el vecino país. Para nosotros la palabra es sinónimo de ventaja tanto física como
potencial. Algunos aseguran que es un contrasentido de retrógrado, pero es herencia
de marinos portugueses para quienes la palabra significa atraso. “Me lleváis
retragao con ese equipo” “Memín lleva
retragao a Luis en la carerra”
Mandurriar
Esta
palabra ya se escucha poco en nuestro dialecto en la capital pero sigue siendo común
en la zona de Machiques y alrededores, con la misma se señala el hecho de tomar
todo lo que hay y llevárselo, beberselo o comérselo. La palabra tiene su raíz en el argot
barallete de los marinos gallegos de la provincia de Oreste, quienes la
trajeron hasta acá, el mismo es una forma particular de comunicarse entre ellos
sustituyendo palabras por otras sin ninguna conexión para que los oyentes ajenos al oficio no sepan
lo que se está hablando. Quizás esta es
la razón por la cual la mencionada palabra en nuestro dialecto tomó un significado literal de la misma ya que
para quienes lo trajeron significaba mandar y a su vez esto era obedecer y acá
pasó a ser sinónimo de tomar ya que entre los significados autóctonos de del
verbo mandar está el de ser sinónimo de comer o beber algo. “Llegó el chino y
se mandurrió la sopa que quedaba” “El pendejo ese se mndurrió las bolsas que
tenía para la basura”
martes, 19 de mayo de 2015
Catatumbiar
Esta
palabra solo se escucha en la región de Perijá sobre todo en las poblaciones aledañas
al rio Catatumbo aunque también es posible oírla en otras más alejadas. Con la misma se señala al hecho de que alguien
o algún grupo de personas vayan de un lugar a otro sin rumbo determinado o sin algún
plan establecido. Tiene su raíz en la comparación que se hace con el pescador o
comerciante que recorre el rio mencionado para ejercer su labor pero que no
tiene ruta o lugar frecuente donde ejercerla. “Salvino se fue catatumbiando
para Maracaibo a ver que consigue”
Galillera
Esta
palabra ya poco se escucha en nuestro dialecto, con la misma se
señala la sensación de nauseas que se produce por el exceso de comer algo
dulce. Fue sustituida por la palabra empalagar que era más castellana y menos
andaluza. Tiene su raíz en el hecho que se
le dice galillo a la campanilla del velo del paladar o úvula y el tacto en esta
produce la sensación antes descrita, razón por la cual cuando queremos vomitar
introducimos el dedo en la boca y la tocamos. Galillo tiene raíces marineras ya
que proviene de agallas. “Me jarté una paila de arroz con leche y me dio
galillera”
Echáme una de vaquero
Esta
expresión sigue siendo popular en nuestro dialecto y es de vieja data. La misma
es una refutación al interlocutor de lo que este dice, o sea una duda sobre la
veracidad de lo expresado. Por ejemplo ante algo como “Mi tío pegó un triple
pero no quiso cobrarlo” la respuesta para decirle que eso es mentira sería al
expresión de la que hablamos. Tiene su génesis
en la popularidad de las novelas del oeste norteamericano llamadas “vaqueras”
en las cuales el argumento eran historias con un alto contenido de acciones extravagantes
que rayaban en lo fantasioso. Marcial Lafuente Estefanía era el más leído.
Ir de rolin
Esta
expresión era común hace algunos años aunque ahora su uso no es tan frecuente,
la misma nace en el entorno beisbolero donde se le dice de esta manera a la
bola que es bateada y rueda al ras del césped o tierra, por lo que en nuestro
dialecto es sinónimo de rodar o más específicamente de caerse y golpearse con
el suelo, pero también era usada para señalar el hecho de viajar por tierra o
carretera de un lugar a otro y rara vez incluso se asociaba al hecho de ir
caminando. “Ayer me fui de rolin por las escaleras y me rompí una pierna” “Nos
fuimos de rolin para Caracas”