Esta
expresión considerada vulgar por muchos, nada tiene que ver con sabor ni mucho
menos conbola. Con la misma se indica en nuestro dialecto que lo que ocurre o
pasa le es indiferente al interlocutor, no teniendo importancia ni atención. Es una alegoría al sabor insípido o neutro
que pueda tener algo. Es de uso moderadamente frecuente y de vieja data. “Me
sabe a bola que no vengáis”
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