Esta es otra palabra con pronunciación incorrecta que se hizo popular
y se siguió usando así, tanto en nuestro dialecto como en otras regiones del país,
es la acción de arañar o rascar el cuero o la piel con las uñas o algún instrumento,
de tal manera que este se rasga o rompe dejando las marcas en ella. Es más
recurrente su uso en la zona de La Cañada y alrededores. “Me rajuñe saltando la
cerca” “El marido de Clara llegó todo rajuñao”
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