sábado, 27 de julio de 2013

Desmayador

Esta palabra no identifica en nuestro dialecto a ningún aparato capaz de hacer perder el conocimiento, forma parte de las ocurrencias maracuchas y este es obra de Gustavo Aguado, quien bautizó de esta manera a unos batidos de frutas espesos y granizados que preparan en la tradicional Tostadas Ramírez, situada en la esquina del tránsito muy cerca de la sanidad y del mercado Santa Rosalía en el centro de la ciudad. Según cuenta el dueño el nombre fue dado a consecuencia del efecto que producen estos que dejan figurativamente desmayados a quienes lo toman. Se ha convertido en una bebida muy popular entre los visitantes y vecinos del sector. “Me tomé un desmayador de zapote y quedé tuesco”

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