En
nuestro dialecto con este adjetivo se define a las mujeres corpulentas, altas y
muchas veces de amplias caderas, es un sinónimo de mollejúa y la raíz del
término está en la asociación que se hace con los pollos de engorde que
llamamos marotes, según algunos se definen así porque quien inició este tipo de
actividad era un español de apellido Marote y cuando se hablaba de sus animales
se les decía: ”Los pollos de Marote” con el tiempo desapareció la “de” y se
continuaron llamando a los animales de esa forma, sin embargo no hay nada
oficial que confirme esta hipótesis. Se usa en ambos géneros aunque en el
masculino también se le llama así a los que son torpes. “La nueva vecina es
marota” “El bebé de Susana es marote””Ese carajo si es marote, todo lo hace mal”
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