No hay un
episodio más popular para comprender la palabra Coscorrón que la serie mexicana
el chavo del ocho, donde Don Ramón a cada momento le aplica al protagonista sus
debidos coscorronazos. Se le llama así al golpe dado en la cabeza con los
nudillos de la mano cerrada y como podrán imaginar es herencia de nuestros
ancestros españoles. Es asimilada al dialecto y en los juegos, al igual que los
matotazos era una penitencia que debía pagar el perdedor. "El que
pierda recibe seis coscorrones"
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