Se le llamaba
así en nuestro dialecto al plátano maduro frito cortado en rodajas muy finas,
era el acompañante obligado, combinándose con el plátano asado, en los hogares
maracuchos, incluso en el pescado frito. El término es un diminutivo que hace
alusión a la cualidad de su estado. Con el tiempo se generalizó y actualmente
se le dice así al plátano frito sin importar la manera en la que es cortado,
tanto en tajadas, juliana, trozo, etc. Ya es un vocablo de poco uso y ha sido
sustituido por el de tajadas. En algunos barrios de la ciudad capital también se
le endilgaba el término a las mujeres de vida alegre que en la mayoría de los
casos ejercían el trabajo de prostitutas, en este caso la palabra actua como
eufemismo. "Fréime unas
friticas" “La hija de Doris se metió a fritica”
No hay comentarios:
Publicar un comentario