Se le llamaba
así en nuestro dialecto al plátano maduro frito cortado en rodajas muy finas,
era el acompañante obligado, combinándose con el plátano asado, en los hogares
maracuchos, incluso en el pescado frito. El término es un diminutivo que hace
alusión a la cualidad de su estado. Con el tiempo se generalizó y actualmente
se le dice así al plátano frito sin importar la manera en la que es cortado,
tanto en tajadas, juliana, trozo, etc. Ya es un vocablo de poco uso y ha sido
sustituido por el de tajadas. En algunos barrios de la ciudad capital también se
le endilgaba el término a las mujeres de vida alegre que en la mayoría de los
casos ejercían el trabajo de prostitutas, en este caso la palabra actua como
eufemismo. "Fréime unas
friticas" “La hija de Doris se metió a fritica”
domingo, 25 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Farfullo
Aunque
farfullar es hablar balbuceadamente o de prisa, ninguna relación tienen estos
hechos con la utilización en el dialecto local de Farfullo. Una persona aquí se
gana ese calificativo cuando es incumplida y embustera. Es el típico prototipo
del hablador que se gana el protagonismo prometiendo cosas que no tiene
posibilidad de cumplir. Así que cuando escuche el algún lado de la ciudad:
“Pedro es un farfullo”, entienda que no es alguien de fiar. La trajeron los
canarios quienes señalaban a así a las personas que hacían las cosas mal
hechas.
Cotiza
Nada tienen que ver las cotizaciones de la bolsa
o los presupuestos con el uso local de la palabra. Generalizado con el tiempo,
el término es utilizado para definir cualquier alpargata, sandalia o prenda de
calzar parecida. Al parecer es un legado de nuestros ancestros africanos
quienes a las alpargatas tradicionales traídas por los españoles le agregaban
un pedazo de cuero grande para que en sus bailes este emitiera sonidos que
acompañaban al de los tambores, era una manera de protestar ante la esclavitud.
La palabra definía solamente al trozo de cuero pero en nuestra tierra terminó
siendo utilizado para llamar a la prenda. “Me compré unas cotizas para bañarme"
Ladrando - En el ladre
Nada tiene
que ver el perro con esta expresión, aunque la misma al parecer es un término
peyorativo de los ladridos del animal. Lo cierto es que se utiliza para
expresar una situación de escasez extrema, normalmente de origen económico. Por
lo tanto si alguien le dice acá: "Ando ladrando", está
participándole que no tiene dinero o está en mala situación. Es una alegoría al
hecho que el animal ejecuta esa acción para pedir comida o expresar que está
hambriento. También se utiliza en la misma connotación la expresión en el
ladre. Fue traído por los canarios con la misma connotación.