Esta expresión es de mediana data y siempre ha sido de
limitado uso en nuestro dialecto, ya que la misma está asociada a las peleas de
gallo y quienes practican o son aficionados a esto son los que entienden su
significado. Si bien es cierto que las apuestas se hacen generalmente antes de
iniciar los careos de las aves, hay otras que se realizan en el calor del
momento, de acuerdo a como vaya la pelea y existe una persona que las valida,
funge como juez en estos casos y al terminar la contienda los ganadores y
perdedores deben cumplir sus compromisos, algo que se hace normal. Por eso a
quienes cumplen con lo prometido sin necesidad de un documento por medio se le
endosa esta característica. “Podéis fiarle lo que quiera a Anacleto, ese tiene
palabra de gallero”
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