Esta palabra es derivada de
teta en su connotación particular en nuestro dialecto de refresco congelado y
no como la parte anatómica de la mujer o el hombre. Ha tomado auge y se ha hecho
popular desde mediados del 2016 como medida de alimentos, generalmente en polvo
o granos, que equivale a aproximadamente a un peso que va desde 50 hasta 125
gramos que son vendidos al detal, al igual que el refresco, envuelto en un esquina
de bolsa transparente. Es una manera de enfrentar el alto precio de los
alimentos ofertados pudiendo obtener una parte de ellos con poco dinero. Los más
populares son el café y el azúcar. Se usa el diminutivo señalando la pequeñez
del contenido. Se ha extendido esta práctica de comercialización a otras regiones
“Dame una teta de café, 2 de azúcar”
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