Esta palabra no identifica a ningún jugo que venga o se haga en pitillo
como literalmente se lee. Es de uso reciente en nuestro dialecto después de la
llegada a los comercios de jugos envasados en pequeñas porciones que van desde
180 a 250 ml de acuerdo a la marca, en
envases de cartón asépticos, ideales para las loncheras escolares y consumo
infantil, cuya característica es tener un pitillo incorporado al recipiente
para ser usado para el consumo del mismo. De tal manera que obviando la marca o
el sabor la gente comenzó a identificarlos y pedirlos de esta manera.”Voy a ver si consigo jugos de pitillo en el súper” “Metéle
dos jugos de pitillo en la lonchera porque ese carajito es muy tragón”
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