Esta palabra solo se escucha en el sur del lago y específicamente en el poblado Congo Mirador y alrededores. Es un instrumento rudimentario para sembrar
pilotes de concreto para hacer palafitos. Dario Novoa Montero en su obra “Congo-Mirador”
lo describe de esta manera “consiste
en un tubo galvanizado de los usados para cañería de agua, de 2 pulgadas de diámetro,
en una de cuyas puntas enrollan “un cáñamo” o cabo de nylon de 5/16 o 3/8 de pulgada. Con
ese instrumento, manejado por tres hombres, que hacen un movimiento de metisaca
continuo, van extrayendo el lodo hasta una profundidad de un metro, de manera
que queda un hueco de 6 x6 ó 7 x7 cm., donde se introduce el pilote de cemento,
que, casi al instante, quedan tan fijo al suelo “como si la tierra chupara”.”
Igualmente escribe que las personas del lugar dicen que fue una “invención de Manuel
León (carpintero de Maracaibo que fue el primero que vino a Congo a construir
casas con pilotes de cemento, contratado por Antonio Ramón González, que tiene
un negocio en Congo, aunque no vive allí sino en San Francisco Maracaibo “ Cabe
acotar que el cáñamo que se le coloca se lo enrollan a manera de lampazo. “Hay que hacer barriletes nuevos”
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