Esta
palabra sigue siendo de uso común en nuestro dialecto. Con la misma señalamos
el hecho de tener dificultad para moverse a causa de varias circunstancias como
por ejemplo el frio o el dolor. También lo usamos para indicar el hecho de
estar acurrucaos por las circunstancias anteriormente citadas. Fue traída por
los españoles quienes señalaban con ella el hecho de la perdida de movimiento
de alguno de los miembros y aunque es similar al uso que se le dá acá la
diferencia es que esta pérdida no es temporal o circunstancial sino definitiva.
“Me tiene tullío la lluvia” “Me carga tullío un lumbago”
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