Esta
palabra ya no se escucha, pero era de uso frecuente en nuestra ciudad a finales
del siglo 19 y comienzos del 20, cuando era costumbre de muchas personas, sobre
todo de clase pudiente y extranjeros, el
tomar algún licor después del café. Razón por la cual se generalizaron estos
con este nombre, que es de procedencia francesa donde se les llama como “pousee-café”
y en la pronunciación española es puscafé, en nuestro dialecto se le agregó la “l”
entre la “p” y la “u”. “Servíme un pluscafé de los que te llegaron esta semana”
No hay comentarios:
Publicar un comentario