Esta
expresión sigue siendo usada de forma cotidiana en nuestro dialecto, aunque su
connotación no es tan literal como parece. Se le dice en estos casos cuando una
persona cohabita con otra en una vivienda o habitación, generalmente alguna
mujer u hombre que han decidido vivir como marido o mujer, aunque también se da
el caso de que alguno de los dos visite o tenga largo tiempo en casa de alguno
siendo amantes. Fue traída por los españoles quienes señalan con la misma el
hecho de estar en la intimidad o en privado, ejecutado alguna acción y usada también
como forma de develar secretos. “El sinvergüenza de Tony está de puertas
adentro con Irama, mientras el marido viaja” “Los vecinos se metieron de
puertas adentro sin casarse”
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