Esta
palabra tiene más de una decena de connotaciones en el Diccionario de la Real
Academia, todas ellas también usadas en nuestro dialecto, entre ellas el sentir
malestar, nauseas, aturdimiento, embriaguez, pérdida de estabilidad, así como también
el molestar a alguien y en el argot marino poner en movimiento alguna embarcación
pero la que explica el significado de la forma más común en la cual la usamos
no está. Con la misma señalamos el hecho de engañar o por medio de artimañas
lograr convencer a otro de lo que deseamos. Es de nueva data y formaba parte
del argot de los jóvenes de los años 60 y 70 y desde allí se hizo popular. Es
una alegoría al hecho de emborrachar a alguien con la intención antes descrita.
También se escucha en otras regiones. “El carajito ese me marió y se me fue
para el cine” “Voy a mariar a mi tía a ver
si me presta el carro”
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