Con este
nombre se conoce a las maquinas o los cepillos cuyo objetivo es raspar el
hielo, sin embargo cuando la tecnología del celular llegó y fue creciendo entre
los modelos más populares estuvo el Motorola Tango 300 que comercializó la
empresa Telcel y que en nuestro dialecto, haciendo gala de esa forma
similistica común del mismo, se bautizó con el nombre citado, por su forma muy
parecida al instrumento de trabajo de los cepillaeros, aunque lógicamente solo
servía para llamar y recibir ya que los mensajes de texto todavía no habían llegado.
El nombre se hizo popular y se usó en otras regiones, mientras que en otros países
se le llamó ladrillo. Aunque son dos palabras se pronuncia como una sola “Mi
primer celular fue un raspahielo que todavía tengo guardado”
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