Entre
las frutas más comunes en la ciudad y región está el mamón, razón por la cual su
consumo es cotidiano y en nuestro dialecto el nombre de este se usa para varias
cosas, sin embargo indicamos puntualmente
con esta palabra el guarapo hecho con ella, algo sencillo y que era parte de
nuestras bebidas predilectas por lo fácil de preparar. En un recipiente se echan
los mamones pelados y se deja por varios días para que la fruta vaya dejando su
jugo en ella, algunos lo colocan a temperatura ambiente, otros lo meten en la
nevera. En el tiempo deseado se le echa azúcar al gusto, se bate enérgicamente
con una cuchara o paleta para que se desprenda parte de la carne de la fruta y
se toma. Se acostumbraba echarle agua de nuevo y dejarlo otros días más y en
ocasiones se le agregaba nuevas frutas. En antaño era el refresco preferido
para los jóvenes después de algún juego o actividad. Existe una variedad con el
mismo nombre en Lara en la cual le quitan la carne a los mamones y al jugo le
agregan leche condesada, leche en polvo, vainilla y se licua. “El equipo que
pierda pone el azúcar para la mamoná”
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