Esta
palabra es de novísima data en nuestro dialecto y aun su uso es limitado, es
ejemplo de la inventiva y la jocosidad en las expresiones que asume el nacido
en estas tierras. Tiene su génesis en la reciente epidemia de chicunguña padecida
en el país en el 2014, la cual produce entre otros síntomas inflamación y
dolores en las articulaciones que se extienden incluido por meses, por lo que
la palabra que hago mención ha sido adoptada para señalar que aún se padecen
los efectos de la enfermedad, aunque también se usa cuando se padecen dolores articulares producidos por cansancio,
maltrato u otra enfermedad. “No puedo ir pal juego porque ando encuñunizao” “