Esta expresión popular en nuestro dialecto señala la acción en la cual alguien lleva a horcajadas en su espalda a otra persona, eran populares juegos donde esto era común y de allí pasó al habla coloquial, donde además se usa también en su forma peyorativa. Tiene su génesis en el hecho de que los pastores de cabra y ovejas transportaban de esta manera a los animales que sufrían algún accidente que les impedía caminar o a las ovejas que se resistían a ir hasta el trasquilador. “Se me dobló un pie y Hugo tuvo que llevarme a chivatico hasta el hospital” “Te me montáis a chivatico si queréis que vaya contigo al cine
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