Esta es una curiosa manera de llamar en nuestro dialecto a las pequeñas grúas que se usan sobre todo en talleres mecánicos para extraer los motores de los autos o las piezas pesadas. Es una manera gráfica del hecho de levantar, en un sentido cotidiano, ya que se llama así al hecho de que alguien, sobre todo mujeres, llamen la atención de alguien. También se llama así a un pan duro, fino y largo que era popular e igualmente a las mujeres solteras o vírgenes. “No me pudieron bajar el motor del carro porque se dañó la señorita” “Me traéis cinco señoritas de la panadería” “Dicen las malas lenguas que Manuela no se casó señorita”
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