Se llama así a la aspiración profunda y prolongada seguida inmediatamente de una exhalación, pero en nuestro dialecto también se le conoce con esta palabra a un dulce o golosina cuya elaboración se hace con azúcar y clara de huevos, que tras mezclarse se meten al horno. Se le agrega colorante para que tome variados colores. Estos dulces al introducirse en la boca se deshacen muy rápidamente, de este hecho nace el nombre. “vendéme unos suspiros amarillos para llevarle a la abuela”
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