domingo, 13 de diciembre de 2015

Hotel Granada

Este es uno de esos famosos lugares de antaño que actualmente se encuentra abandonado y que es blanco de algunas leyendas urbanas. Las ruinas del mismo se encuentran en la antigua Calle Unión, hoy 84 en esquina con 3F. Este hotel fue abierto en 1930 con el nombre de Dalis Hotel y cinco años más tarde regentado por Servio Tulio Faria toma el nombre de la ciudad española que lo hizo famoso. Su construcción que era una mezcla de estilos Art Deco y Art Noveau le dieron el glamour que incluso aun le acompaña, pasando en esa época a competir con los tradicionales que por estar más cerca del muelle eran más visitados entre ellos El Hotel Victoria, lugar donde llegó Gardel antes de ser trasladado a este. En su época fue una construcción vanguardista con sus cuatro pisos para habitaciones, un café panorámico con vista a la unión, una impresionante y lujosa recepción en su planta baja que también albergaba cocina y comedor, una escalera central y un ascensor ubicado en la parte sur, además un semisótano donde se realizaban labores de servicio y depósito y un sótano que era el albergue de un casino llamado Lucky  bar, donde no solo los residentes sino cualquier persona dela ciudad, sobre todo pudientes, desbordaba su pasión por los juegos. En total tenía capacidad para 100 personas  en 67 habitaciones atendida por más o menos 40 empleados y sus muebles europeos, lámparas al estilo parisino y decoración donde abundaban piezas de bronce fueron centro de atención de sus habitantes entre los que estuvieron además del cantante de tango, la novia de América Libertad Lamarque, Toña la negra, Joe Louis, Rocky Marciano y personalidades de todos los ámbitos nacionales e internacionales. Desde mediados de los 50 pasó a ser administrados por los hermanos Milán, Antonio y Esteban Kristoff  hasta 1961 cuando fundaron su propio hotel en la Avenida Santa Rita. Posteriormente procesos legales terminaron por obligar a cerrarlos y desde allí hasta  nuestros días ha estado abandonado. Siendo residencia en algún momento por familias que fueron desalojadas y reacomodadas y vagabundos que alimentaron leyendas de fantasmas y hechos extrasensoriales que ocurre en su interior, el más nombrado tal vez el fantasma de Germán Godoy, un próspero comerciante que dejó su dinero en el juego y las mujeres en el lugar. Otros hablan de almas en pena que alguna vez se hospedaron o trabajaron allí y hasta del fantasma de Gardel. Se mantiene sin decisión por parte de las autoridades acerca de su destino final que podría ser demolerlo o reconstruirlo. 

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