Esta palabra era de poco uso en nuestro dialecto aunque
la acción formaba parte de un entretenimiento juvenil en los años finales de la
década de los 60 y hasta mediados de los 80. Era más usada la que describía la acción
que era tocar el timbre y correr. La misma era una travesura realizada sobre
todo por muchachos en edad liceísta y consistía en tocar los timbres que se encontraban
en las entradas de la cerca de la casa y salir corriendo para no ser
reconocidos, se incluía también entre ellas el hacerlo con los
intercomunicadores de los edificios. Las viviendas afectadas eran
mayoritariamente las que se encontraban cerca de los liceos. Ya rara vez se
hace. “En la hora libre nos vamos a timbriar”
lunes, 8 de mayo de 2017
Que no juega carritos
Esta expresión es si se quiere de nueva data en nuestro
dialecto, medianamente popular y la misma es un símil. Con ella se expresa que
una cosa es sería, que alguien es responsable o decidido o que algo tiene un tamaño
o sabor suculento. Se hace la comparación del hecho que una persona es
responsable de sus actos y que ha pasado su época infantil de jugar con estos
juguetes y por lo tanto además de responsabilidad es capaz de identificar y disfrutar de las cosas de manera
adulta, sin que esto tenga que ver con la edad. “Ese problema está que no juega
carritos” “Las hamburguesas de la esquina no juegan carrito” “No te metáis con
Aroldo que ese no juega carrito”