sábado, 30 de noviembre de 2013

Caucholumpio

Este entretenimiento de cierta manera popular en nuestra región no es autóctono como muchos piensan, lo trajeron los gringos en la época del comienzo de la explotación petrolera y consiste en un caucho, que hace las veces de asiento, amarrado por medio de una cuerda verticalmente a una rama gruesa de algún árbol, el mismo tiene varias maneras de ser colocado, entero vertical u horizontalmente o partido por la mitad, hace las funciones de ir y venir horizontalmente o como mejor se conoce columpiarse. El nombre dado en nuestro dialecto y usado no tan popularmente es una palabra compuesta que nombra el material y el nombre tradicional del entretenimiento, caucho+ columpio. “Papá me puso un caucholumpio en la mata de cují”

Camuro

Nada tiene que ver la llamada oveja africana del mismo nombre con el significado que le damos a la palabra en nuestro dialecto, en el cual se llama así a un bolso tipo morral que se hace utilizando retazos de tela y que se usa para meter allí lo que se caza o cultiva. Era muy común hace algunos años en los campesinos de la zona norte oriental del Estado y otras partes y ha ido siendo sustituido por otras maneras de guardar y transportar lo antes mencionado,  sin embargo todavía muchos viejos y no tan viejos los hacen y usan. “Matías llegó con el camuro lleno de conejos” “Lleváte el camuro para que traigáis las cebollas que están en la barbacoa"

Carretón

Esta palabra tiene varios significados, entre ellos se le llama así a una carreta grande o a una carretilla de dos ruedas que entre otros usos está el de cargar concreto y en nuestro dialecto se le decía de esta manera a los trompos artesanales fabricados por carpinteros o ebanistas que vendían en algunas bodegas o chozas de la ciudad, cuya característica principal era el ser más grandes que los tradicionales y con detalles de elaboración llamativos, en ocasiones hasta eran tallados. Su precio era mayor, por lo que sus poseedores se sentían jochaos de tenerlos, lo que elevaba su valor sentimental. Aún es posible conseguirlos  pero son muy raros. “El padrino de Juanito le regaló un carretón” 

El Junker

Esta es una palabra con rico contenido histórico usada limitadamente en la década de los 20 en nuestro dialecto y con la misma se señalaba a los hidroaviones que prestaban servicio en el rudimentario helipuerto ubicado entre lo que hoy es el parque de La Marina y  la Plaza del Buen Maestro. Debían este calificativo al hecho que los aviones que prestaban servicio eran del tipo Junkers F-13 de fabricación alemana perteneciente a la compañía SCADTA (Sociedad colombo alemana de transporte aéreo) cuya sede estaba en Barranquilla la cual fue la primera línea aérea comercial del mundo. Además de sus rutas uno de ellos, el Caldas A-10 pilotado por el señor Schurr realizaba vuelos de 15 minutos sobre Maracaibo cobrando 60 bs por persona. Esta empresa solo estuvo poco tiempo pero cuando otras prestaron servicio aunque sus aparatos no eran de este modelo la gente los llamó así. “Me voy a pasear el domingo en el Junker”  “Papá se fue en el Junker para Miami”   

domingo, 24 de noviembre de 2013

Patineta

Si bien es cierto que este término cambió su significado después de los 60 y que actualmente se conoce también en nuestro dialecto de esta manera el entretenimiento consistente en una tabla relativamente larga sobre ruedas, para los jóvenes de épocas anteriores el termino señalaba a un juguete artesanal hecho de madera que contaba con una tabla donde apoyar los pies, un manillar para manejarlo y dos ruedas que consistían en rolineras de automóviles , en algunos casos nuevas pero frecuentemente usadas, el cual se deslizaba poniendo un pie sobre él e impulsándose con el otro contra el suelo. Su construcción se realizaba con material de desecho conseguido en carpinterías o aserraderos y también con las cajas de refresco o cerveza que en ese entonces eran de madera. Los modelos dependían de la creatividad del constructor y junto a carritos hechos del mismo material tuvieron un creciente auge por muchos años e incluso se hacían competencias y también servían como medio de transporte para realizar encomiendas cercanas. Ya es raro verlos y a su variante moderna industrializada le llaman scooter. “El domingo habrá una carrera de patinetas en el milagro” “Me voy a hacer una patineta para hacer los mandaos” 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La verga ‘e Triana


Esta expresión es asimilada, es de vieja data y se dice en muchas regiones del país con el mismo significado, el cual es creerse. ser o echarse como el mejor o el más acto para desempeñar alguna labor. Hay varias hipótesis sobre el origen de ella, hay una que supone que era producto del tamaño del pene de este, otra es que en la región donde se hacían las mejores vergas para los barcos en España era en Triana y también una que asocia el lugar donde Rodrigo de Triana se encontraba cuando divisó al nuevo mundo, el cual era sobre la verga más alta del barco, montado en el carajo, de allí la analogía de creerse mejor que todos ya que está en un lugar más elevado. "Vos sois la verga 'e Triana, todo lo reparáis" "El cuñado se cree la verga 'e Triana"

domingo, 17 de noviembre de 2013

La mano pelúa

Esta expresión era muy común hace años en la ciudad en nuestro dialecto, con la misma se indicaba que alguien se había muerto o había sido llevado por la mano pelúa, incluso se usaba para meter miedo a niños y no tan jóvenes, y esta tiene su historia o más bien su leyenda que es poco conocida. Data la misma de la época colonial cuando un tesorero de la Real Hacienda Española construyó una casa en la calle Ciencias, frente a lo que después fue la Plaza Sucre, cuyo fondo daba al Milagro, con la finalidad de añejar vino proveniente de su país de origen y para eso  construyó un sótano en la misma el cual tenía formas de cuevas de manera que el sol no llegará hasta allí, este poseía una pequeña ventanilla para que entrara el aire, la cual estaba enrejada y quedaba situada a  la altura de la acera de la calle Ciencias.  Como la calle en esa época era solitaria, oscura y de cierta manera tenebrosa, los vecinos decían que a través de la reja protectora salía una mano peluda que se llevaba a los transeúntes al infierno. Esta leyenda soportó los años. La casa fue demolida en el 2005 aunque ya había sido restaurada y no existían las cuevas ni la reja donde salía esta mano. “Si no te duermes te va a llevar la mano pelúa”

Compadre o Comadre por papelito

Esta práctica ya desapareció, pero fue muy popular hace algunos años, sobre todo en los juegos infantiles, donde las niñas tenían como costumbre bautizar las muñecas y para el evento hacían, con la ayuda de los padres, una reunión de amigos y amigas donde se efectuaba este. Los padrinos eran escogidos por medio de papelitos y de allí deriva el nombre que se le dio en nuestro dialecto.  De igual forma los adultos generalmente en épocas decembrinas usaban esta forma para intercambiar regalos y para eso colocaban separado los nombres de mujeres y hombres, de manera que cada cual quedara con su pareja que era su comadre o compadre por ese día, siendo su pareja de baile en la fiesta hecha para tal fin. Es el antecesor local al actual amigo secreto.  “Pedro y Juana son los compadres de papelito de mi muñeca Gina” “Tobías es mi compadre de papelito esta noche” 

Come Gallo

De esta manera se les llamaba en nuestro dialecto a unos personajes de cierta manera populares que iban a las galleras  a recoger los gallos muertos que los propietarios no reclamaban para hacer sancocho. También en muchos sectores de la ciudad a quienes se robaban las gallinas ajenas, sobre todo fines de semana y fechas festivas o de celebración con el mismo fin, donde incluso eran invitados los dueños de los animales que no sabían que eran los suyos los sacrificados. Ya se escucha poco. “Buchón es un come gallo” “Los come gallo andan desatados por donde vivo” 

Gasero

Esta palabra que también usamos en nuestro dialecto para señalar la mucha cantidad del tejido de algodón absorbente llamado gasa, es más popular como el nombre con el que se llamaba y llama a quienes vendían y aunque poco aun venden en las calles gas o kerosén, generalmente en camiones tipo tanque que anunciaban su llegada con una particular campanita o golpe metálico. Eran personajes populares que el progreso ha ido dejando en el olvido. “Mañana pasa el gasero”

Mayuya

Esta palabra era muy usada en anteriores épocas, todavía se escucha pero más limitadamente,  quienes no son de esta tierra la asocian con nombre de mujer, ya que ciertamente es eso también, pero en nuestro dialecto  es un eufemismo que tiene características ofensivas, aunque con el tiempo fue perdiendo este. De esta manera se disfrazaba la palabra “Madre Tuya”. Esta costumbre de jugar con las palabras juntándolas, mezclándolas o acortándolas para esconder su grafía es recurrente y todavía usada en nuestra forma de hablar. “Andá a molestar a que Mayuya” 

Perdió el Pastora

El beisbol ha dejado muchas palabras y frases en la forma de hablar del venezolano y nuestro dialecto no es la excepción, de allí nace esta expresión con la cual se indica que ha ocurrido algo imprevisto o malo para la persona que lo dice y esto tiene su génesis en los fanáticos del equipo de varias décadas, las ultimas en la Liga Occidental, el Pastora, quienes de esta manera expresaban su lamento ante la pérdida de algún juego del mismo. Junto al  Gavilanes estos eran  los equipos de con mayor cantidad de seguidores en el Zulia. El equipo y al liga desaparecieron pero aún es común, sobre todo en gente mayor  esta forma de expresar lo primero explicado. Algunos lo dicen sin el artículo “el” intercalado “Perdió el Pastora, la mujer está preñá”  “Perdió Pastora, me robaron el carro”

Si me lo carameliáis

Esta expresión ya poco usada y popularizada por el popular Cambuleto siempre ha sido considerada por muchos como soez, porque asocian el término  con sexo oral, dado la confusión con otra parecida que es caramelizar, pero esta interpretación es errónea y está alejada de la realidad ya que la palabra caramelear nada tiene que ver con eso sino que es usada como sinónimo de mentira para lograr un fin que beneficie al que lo hace o para engatusar o engañar  y el popular personaje solo hacía un juego de palabras que al final era un contrasentido donde indicaba enfáticamente y a manera de reto, que no era tonto para ser engañado. Lamentablemente nadie había salido a aclarar esto y por esa razón sigue siendo una expresión satanizada.  “¿Queréis que te fie hasta el sábado? Si me lo carameliáis.

Banderita

Si bien es cierto que este nombre es el diminutivo de bandera o el que se le da a las mismas de pequeño tamaño, en nuestro dialecto llamamos de esa manera  a una torta muy popular hace algunos años, la cual era tradicional en la dieta maracucha por lo barato de su precio y porque las vendían en las bodegas, también les llamaban pasticas de tres colores, ya que son dos partes  una amarilla y otra roja, pegadas entre ellas con mermelada de guayaba que es la que le da el tercer color. Son esponjosas y de rico sabor y aun se consiguen pero no tan comúnmente. Comenzó a comercializarla la fábrica de galletas La borinqueña, situada en la calle Pacheco. "Compráme unas banderitas en la tienda" "Me traéis pasticas de tres colores de abajo"

domingo, 3 de noviembre de 2013

Madama

Esta palabra que posteriormente señaló en nuestro país a las prostitutas extranjeras y posteriormente a las regentas de los prostíbulos, en los años del comienzo de la explotación petrolera en Cabimas era usada con otro significado en nuestro dialecto, el mismo era endilgado a las señoras extranjeras que vivían en la colonia inglesa creadas por los trabajadores provenientes de otros países como Barbados, Trinidad, Haiti y otras islas del caribe, ubicada en la avenida El Muelle con esquina calle Rosario del sector Punta Icotea,  las cuales se dedicaban a hacer y comercializar en sus casas o cerca de ella, panes dulces y salados y tortas negras. Fueron personajes populares que al llegar los gringos y crear los campos desaparecieron., pero aún son recordadas por muchos que habitan esta ciudad, por lo delicioso de sus productos que eran solicitados para navidad, fiestas de quince años, cumpleaños, matrimonios y otras celebraciones, al igual que para el consumo diario. “Mi abuela se casó y el bolo s ele hizo una madama que vivía en la colonia inglesa”

sábado, 2 de noviembre de 2013

Chola

Esta palabra tiene un significado curioso y controversial en nuestro dialecto, el cual es diferente al de todo el país, ya que no tiene nada que ver con pedal del acelerador ni con zapatos ligeros o cotizas, sino que es un eufemismo  de testículos o miembro viril y lo curioso es que esta es una de las pocas palabras traída por los canarios que no se usa en el significado de estos, quienes llamaban así al calzado de lona con suela de goma que acá llamamos alpargatas. El término como eufemismo lo trajeron marinos de Centroamérica y las Antillas posiblemente en el siglo 19. “A ese muchacho lo pusieron preso por andar con las cholas al aire”

Fotógrafo de cajoncito

Este término ya en desuso en nuestro dialecto identificaba entre los años 40 y 60 y hasta posteriores a los fotógrafos que iban de casa en casa ofreciendo sus servicios de fotografía, novedosos en esos tiempos. Realizaban una profesión poco extendida en ese momento y usaban para realizar su trabajo cámaras modernas que venían en cajones rectangulares que les servía también como resguardo, de allí deriva el nombre dado a ellos y que era muy popular en  Cabimas. Estos artefactos comenzaron a fabricarse desde finales del siglo 19 hasta mediados de los 50. “Por allí estuvo el fotógrafo de cajoncito buscándote”

viernes, 1 de noviembre de 2013

Blicher

Esta es la pronunciación fonética que se le da acá a la palabra inglesa Bleacher, cuyo significado es gradas o tribunas y aunque no es una palabra local y su significado es el correcto, curiosamente solamente en el estadio de beisbol “Luis Aparicio” se le llama de esta manera a ese lugar donde el costo de las entradas es el más popular. Viene esto dado que cuando se inauguró existía una fuerte influencia norteamericana entre los propietarios del equipo y en las entradas se usaba este nombre que terminó quedándose. “Compráme cinco entradas para los blicher”